-En ese caso -dijo Pearl-, ¿qué gano yo con la redención esa de la que me habla?
-Pues que un día podrás comer en el banquete celestial -dijo el hombre-. Y entonces ya no escarbarás en busca de migajas, te lo garantizo.
-¿El banquete celestial? -repitió Pearl. Nunca había oído hablar de aquello, y se preguntó si tal vez habría estado dormitando la mañana de domingo en que el reverendo Hornsby había predicado sobre el tema.
-Eso mismo -dijo el ermitaño, tirando la uña al suelo-. Pero acuérdate, solamente se sentarán en él quienes rehuyan las tentaciones de este mundo.
-¿Me estás diciendo entonces que los que lo pasan bien aquí abajo no llegan nunca a la Tierra Prometida?
-Lo tienen prácticamente imposible, pienso yo. Demasiadas manchas en la ropa y demasiados deseos en el corazón.
Si buscáis una novela que os ayude a recobrar el gusto por la lectura, esta es una gran elección. Un western al más puro estilo Sergio Leone, Tarantino o los Cohen. Pollock narra la vida de tres hermanos que abandonan su miserable existencia de trabajadores al servicio de un terrateniente explotador y sanguinario, y se lanzan a una aventura como villanos a caballo asaltando algunos bancos y viviendo vidas que hasta entonces eran inalcanzables. Además, acertadamente, Pollock desarrolla una amplia cantidad de personajes secundarios; habitantes de una pequeña población del estado de Ohio en la que nuestros protagonistas pasarán una temporada escondidos de la ley y con unas cuantiosas recompensas por su captura. Esos personajes secundarios en algún momento tienen su dosis de protagonismo y de gloria; con una habilidad asombrosa, el autor relata su existencia en uno o dos párrafos, y cobra vida, te puedes identificar con él y sentir sus penas y sus glorias.
Pollock te transporta al Lejano Oeste de principios del siglo XX con un realismo alucinante. Estás dentro de esos pueblos de madera, masticando el polvo de las calles, bebiendo el whisky caliente de sus cantinas y oliendo al sudor rancio propio de aquellos hombres y mujeres rudos. Vives entre ellos. Entre sus miserias y sus aires de grandeza. Entre sus problemas y sus vicios más mundanos. Entre sus esperanzas de futuro y la crudeza de sus rutinas. Todo esto con un ritmo cinematográfico fabulosamente tratado, giros de guión, cambios de cámara, saltos entre escenas, una auténtica pasada…
Si queréis pasar buenos ratos de lectura, si queréis recobrar esa maravillosa ansiedad por sacar ratos para leer (¡aunque sea un capítulo!), si queréis una historia viva, descarnada, desmesurada, trepidante, vibrante… esta es una gran elección.