«Cosa sorprendente, ella no parecía sentir curiosidad alguna, por eso podía mantener la calma en cualquier situación. (…) Parecía contentarse con presenciar como una espectadora las cosas que le sucedían a su persona. O quizás en su interior ocurrían cosas tan terribles, cosas tan inimaginables que ya tenía más que suficiente con tener que convivir con ellas en la vida diaria y por eso no le quedaban energías para mostrar curiosidad, explorar o reaccionar a lo que ocurría a su alrededor».
Joder. Vaya novela. Se merece el Man Brooker International, pero sobre todo merece ser leída por todos vosotros. Cuenta la historia de una mujer que se rebela contra su rol social negándose a comer carne. Dice la propia autora, «rechazando la carne, Yeonghye, la protagonista, rechazó la violencia del ser humano». En ningún momento del libro se le da la palabra a la protagonista (salvo cuando cuenta sus sueños), y sobre esto Kang sostiene que «la determinación de Yeonghye a rechazar la violencia y la condiciónhumana es tan radical y atípica que pensé que esa era la única forma de relatar su historia».
Es una novela dura, pero si consigues pasar de la página 70 la vas a disfrutar muchísimo. Es difícil aceptar que una persona se mantenga al margen de la sociedad viviendo dentro de ella. Porque sigue casada, sigue visitando a su familia… pero no habla, no come carne, no hace nada en casa, y su postura cada vez es más radical. La postura es irracional porque ni siquiera ella es capaz de explicarla, sólo dice «son sueños…». De radical e irracional es atractiva. Tiene algo de Metamorfosis de Kafka, porque el sueño de su protagonista es renunciar al cuerpo y a las flaquezas que nos pervierten como especie. Hacia la mitad del libro te sentirás identificado con ella o al menos defenderás su libertad de no comer y no hablar con nadie. Y en las últimas páginas volverás a pensar que está loca y que aunque su deseo sea convertirse en un árbol, esto es inimaginable.
En definitiva, la novela genera un ambiente enrarecido, denso, loco y laberíntico, que engancha. Retrata una soledad terrible, de lacerante dolor e increíble valentía. La protagonista es consecuente hasta la extenuación y esto, para el común de los mortales, termina siendo una locura insostenible. Pero no para ella.
La edición está muy cuidada y se incorpora una entrevista con la autora y una pequeña reflexión de la traductora. El prólogo de Gabi Martínez está bien, te da una pequeña idea de lo que te viene encima. Pero no sabrás la magnitud de la tormenta hasta que estés dentro. Brutal.
¡Nos vemos en la próxima reseña!