Un brillante y comprometido texto sobre la inmigración europea en Estados Unidos
Perec es un autor al que me gusta volver, me siento cómodo en sus propuestas literarias, todas diferentes e interesantes. Suele suponer un reto al lector y en este caso más que un reto es un ejercicio de empatía. Hoy os traigo Ellis Island, editado por Seix Barral, un texto sobre la inmigración desde una mirada tan particular como la de este francés judío de descendencia polaca. Muy interesante.
Ellis Island es una llamada a la tolerancia, al respeto y a la dignidad de los inmigrantes desde la cotidianeidad de un lugar destinado al control de la inmigración, una aduana, la entrada a América de miles de europeos: “lo que yo, Georges Perec, he venido a interrogar aquí es la errancia, la dispersión, la diáspora. Ellis Island es para mí el lugar mismo del exilio, es decir, el lugar de la ausencia del hogar, el no-lugar, la ninguna parte”. El objetivo de Perec no es transmitir la sensación de abandono o de soledad del inmigrante, sino provocar la empatía en el lector, “no se trata de apiadarse sino de comprender”, de comprender que “Ellis Island pertenece a todos aquello a quienes la intolerancia y la miseria han echado y siguen echando de la tierra en que crecieron”.
Ellis Island es otra maravillosa excentricidad de Perec. La mitad del texto está en prosa y la otra mitad en una especie de verso libre. El uso de las palabras, las enumeraciones, las preguntas, las situaciones y las imágenes literarias, es un pequeño frasco de las fragancias a las que nos tiene acostumbrados el autor. Un texto brillante que por sí solo podría quedar descontextualizado, cuestión que queda más que resuelta con el ilustrativo prólogo de Pablo Martín Sánchez que ayuda a entender, leer y exprimir la obra. Se lee de un tirón, en una tarde tranquila y el poso es duradero. Una tarde con Perec siempre es un buen plan.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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