Una sátira divertida e irreverente sobre el kafkiano carrusel del Brexit
Ya hemos reseñado en este blog La transformación de Kafka o La metamorfosis como normalmente (erróneamente, según las tesis de Jordi Llovet) se traduce. La historia de Kafka se publica en 1912 y más de cien años después Ian McEwan aprovecha la trama para ilustrarnos los sinsentidos de la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos a través de una sátira genial.
McEwan le da la vuelta a la situación y en su novela es una cucaracha la que se despierta en el cuerpo de un hombre, más concretamente en el cuerpo del Primer Ministro de Reino Unido. Poco a poco descubre que otros miembros de su Gobierno están en la misma situación, son criaturas gigantescas, con la lengua dentro de la boca y la carne fuera del esqueleto. En este juego político, McEwan se inventa un parlamento dividido donde los antagonistas políticos son continuistas y reversionistas. Los continuistas son las élites, si por ese término, como dice Dwight Garner en El Cultural, “nos referimos a quienes se preocupan por la razón y la ciencia, la moderación y la información cultural de The Guardian”. Los reversionistas son populistas vigorosos, vándalos con lemas geniales. Además, lo que se dirime no es el Brexit sino un programa económico loco que pondría UK del revés, una economía de flujo inverso donde, por ejemplo, “al final de la semana laboral, el empleado pagara a la empresa por todas las horas que había trabajado, pero que cuando se fuera de compras fuera generosamente compensado con el importe de cada artículo que se llevara. La ley le prohibiría acumular dinero. El dinero que depositará en el banco al final de un duro día en el centro comercial creará elevadas tasas de interés negativo. Antes de que sus ahorros desaparezcan, será conveniente que encuentre o se prepare para encontrar un empleo más caro. Cuanto mejor y en consecuencia más costoso sea el empleo que encuentre, más deberá comprar para compensarlo”. Nah, de locos (gracias @nanisimo por estos días).
Seguramente hiciera falta una sátira así para un momento como este. Un libro que llevando la situación al absurdo permita ver con mayor claridad la estupidez que está asolando la política europea. Un espejo que nos refleje la insensatez y la locura que estamos viviendo con el Brexit o el trumpismo. McEwan llega hasta el final de su crítica y desvela el plan de las cucarachas, nada casual, sino cuidadosamente trazado, “hemos sufrido grandes adversidades en el pasado, por ejemplo la construcción de cloacas, el repulsivo gusto por el agua limpia, la aparición de la teoría microbiana de las enfermedades, la convivencia pacífica de las naciones. Esos y muchos otros expolios nos han reducido. Pero hemos contraatacado. Y creo que por fin hemos puesto en marcha las condiciones de un renacimiento, y así lo espero. Cuando esta singular locura del reversionismo empobrezca a la población humana en general, será el momento de crecer y multiplicarnos”. Espero que donde McEwan escriba “reversionismo” el lector lea “Brexit” o “trumpismo”. Quizás McEwan cometa el exceso de tratar como cucarachas a sus adversarios ideológicos y promotores del Brexit, pero Kafka le proporciona un escudo literario infalible contra esas críticas.
En definitiva, estamos a una sátira divertida, irreverente, inteligente, afilada, juguetona y mordaz de la situación política actual. Una oportunidad para despertar a través del humor y comprometernos con un mundo donde la inteligencia del hombre no esté reñida con sus deseos (p. 125). McEwan en esta novela pierde el mote de “Ian Macabro” para acercarnos un problema complejo con la claridad del buen escritor. Se lee de un tirón y el beneficio será doble: pasarás un rato divertido y saldrás del libro con una visión más nítida de lo que ha sido el carrusel del Brexit.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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