Un refrescante viaje iniciático que cambiará la vida del protagonista

Estaba esperando que saliera y no me contuve en la Feria del Libro. Tras La uruguaya y Salvatierra no podía dejar pasar Una noche con Sabrina Love. En los dos anteriores se referían a Pedro Mairal como «el autor de Una noche con Sabrina Love», así que tenía que leerlo como fuera. Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Libros del Asteroide por su edición.

Su libro debut y su Premio Clarín. Mairal diseña una road movie divertidísima en un viaje casi iniciático de un chaval de provincias a Buenos Aires para pasar una noche con Sabrina Love, la actriz porno del momento que tiene un programa de televisión cuyo concurso gana nuestro protagonista. Es un libro absorbente. En una estructura sencilla pero funcional, Mairal nos regala el entretenido relato del viaje de Daniel Montero de su pueblo a la capital. Un trayecto en el que se va encontrando con diferentes personajes que le irán marcando de una u otra forma, en un camino que se convierte también en su despertar social y vital. Tras pasar toda su corta existencia recluído en el pueblo, en este viaje Daniel pierde la inocencia pero descubre su país, el amor, el compañerismo, la ayuda desinteresada, el riesgo, los avances sociales y la fuerza de la juventud.

Con un estilo directo, un ritmo casi cinematográfico, una agilidad narrativa que consolidaría en La uruguaya y en Salvatierra, Mairal aprovecha para reflexionar sobre el deseo, la crudeza de la realidad frente a la imaginación proyectada, la pobreza frente a la opulencia, el lado oscuro del porno (llevando hasta el final la reflexión, el porno no tiene nada positivo, pero sabéis a qué me refiero con «el lado oscuro del porno»), mientras sitúa a Daniel frente a sus miedos. La escritura de Mairal tiene algo que me fascina, a lo que también contribuye mi atracción por el lenguaje argentino (placard, pollera, plata, mina, colectivo, y esas conjugaciones maravillosas como tenés, acordás, sacate…), ¡me vuelve reloco! Leer en español con acento argentino es una experiencia gratificante. Me pasa con el colombiano del Gabo, o el peruano de Vargas Llosa. No así con los escritores mexicanos (lo siento compadres).

Disfrutad de este libro tan fresco y divertido. Compartid las pericias del protagonista en su salida del cascarón provinciano en el que vivía. Deleitaros en un viaje que marcará un antes y un después en la vida de Daniel, y que a vosotros os hará pasar unos ratos muy amenos frente a sus páginas.

¡Nos vemos en la próxima reseña!