Un ensayo para intentar discernir las políticas fascistas en la oscuridad mediática
El último libro de 2022 es un ensayo que tenía abandonado desde 2018. No encontraba el momento para leerlo. En su momento fue un ensayo muy vendido y muy comentado en redes sociales, pero creo que más por el título que por el contenido. Aun así, Facha, de Jason Stanley, editado en español por Blackie Books, es un texto interesante al que acercarse si te interesa la política (y la politología), la sociología y vives pegado a la actualidad y los medios de comunicación (como yo). Su título en inglés es How Fascism Works: The Politics of Us and Them que surge de una serie de post publicados en el popular blog filosófico The Stone adscrito al The New York Times.
Facha se articula en diez capítulos, una introducción y un epílogo, a través de los cuales el autor desarrolla diez ideas para identificar políticas fascistas. Y esto es importante, Stanley diferencia entre regímenes fascistas y políticas fascistas que posibiliten el acceso al poder, pues según su teoría, “la política fascista no tiene por qué desembocar en un estado abiertamente fascista, pero no por eso es menos peligrosa”. El libro pretende “dar a los ciudadanos las herramientas críticas necesarias para reconocer la diferencia entre las tácticas legítimas de la política democrática liberal y las tácticas tendenciosas del fascismo”. Estos diez rasgos de las políticas fascistas se concretan en: el pasado mítico, la propaganda, el antiinlectualismo, la irrealidad, la jerarquía, el orden público, la ansiedad sexual, y las dicotomías urbano-rural y trabajador-perezoso. Los capítulos están trufados de ejemplos de políticas fascistas y de referencias a intelectuales como Hannah Arendt y creo que abusa de referencias al Mein Kampf o a Mussolini. Más allá de los diez puntos que señala Stanley, creo que el texto deja fuera un rasgo muy característico de las actuales políticas ultraconservadoras: la deslegitimación de las instituciones democráticas; deslegitimación que va desde el Gobierno hasta los tribunales de justicia, pasando por todos los organismos que aportan datos del estado de la cuestión de diferentes políticas sociales, estratégicas o económicas. Esto en España está siendo determinante para medir el grado de aceptación de estos partidos y su ideología.
Sea como fuere, Facha es un ensayo para pensar y para intentar ubicar los rasgos que señala el autor en la actualidad política nacional e internacional de la mano de los partidos que están detrás de esta ideología y de estas formas de entender el servicio público en concreto y la política en general. Algunas de las ideas de Stanley pueden no parecer novedosas, quizás incluso algunas ya se hayan machacado en otros textos más reseñables, pero su acierto es presentarlas juntas para identificar más nítidamente de qué estamos hablando y hasta dónde llega el peligro de su aceptación -mediática primero y social en último término-. Y debemos estar vigilantes, porque ser antifascista es un deber moral, más allá de su después eres conservador, liberal o progresista.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Leer es vivir dos veces 
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