Alguien que es capaz de crear un personaje como Don Draper merece la oportunidad de ser leído. Por eso me lancé al primer libro de Matthew Weiner, el creador de Mad Men, la mítica serie americana sobre el mundo de la publicidad. Y la verdad es que lo mejor que tiene la novela es la expectativa que genera su lectura. Luego no tiene mucho más que una fácil, amena y rápida lectura.
Cuenta la historia de una familia en la que la llegada a la adolescencia de la hija trastorna a los padres hasta el punto de hacer temblar los cimientos de la estructura familiar. Tanto la Madre como el Padre intentan ganar la confianza de Heather por su cuenta mientras procuran torpemente protegerla hasta límites enfermizos. La aparición de un chico es el detonante de toda la historia. Eso sí, sólo los lectores conocemos al chico, sus intenciones reales y sus comportamientos. No así los padres de Heather, y ahí está el quid de la historia.
La sensación continua de amenaza está muy bien construida. Los personajes no son nada del otro mundo, aunque podemos conceder a Weiner la capacidad para generar bucles de razonamientos destructivos en la cabeza de los protagonistas. Esto último lo convierte en un thriller de carácter psicológico que cautiva al lector y no lo suelta hasta el final.
Y poco más… a mi modo de verlo se ha quedado corto. Con el mismo esquema podría haber desarrollado mucho más los personajes, los contextos y las razones que llevan a cada uno a actuar de la forma en que lo hacen. Es cierto que quizás hubiera perdido ritmo (se nota que es guionista de series) pero hubiera ganado en profundidad, algo que te permiten los libros y no las series o las películas.
En definitiva, si buscas una lectura fácil y adictiva, Absolutamente Heather es una buena opción.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Leer es vivir dos veces 
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