Reseña de El monje de Moka de Dave Eggers

Un libro sobre las personas que quieren mejorar el mundo luchando por sus sueños

Las historias de superación y de lucha por los sueños siempre me han parecido que debían ser leídas. Así llegué a El monje de Moka, una historia real escrita por Dave Eggers y protagonizada por Mokhtar Alkhanshali. La historia es apasionante y el libro funciona bien. Aprovecha una historia de éxito para contar otras historias de fracasos, en particular, todos los fracasos a los que tiene que hacer frente Yemen y, como dice el propio autor en una entrevista, «la mejor manera de explicar o entender momentos históricos es a través de los ojos de una persona o una familia«.

Mokhtar es un joven yemenoamericano que, tras ganarse la vida en muchos trabajos mal pagados y nada motivantes, decide iniciarse en un proyecto prácticamente imposible: devolver a Yemen al mapa de los referentes mundiales del café. Ya, tú tampoco te lo imaginabas, pero el café nació en Yemen, ni Colombia, ni Etiopía, ni Indonesia, ni Costa Rica, ni Brasil. Yemen: “Según cuenta la leyenda fue en Moka, una ciudad portuaria de la costa yemení, donde se preparó infusión de café por primera vez (…) fue Alí Ibn Omar al Shadhili, un santón sufí que vivía en Moka, el primero en preparar una bebida similar a lo que hoy denominamos café y que entonces se conocía como qahwa (…). Al Shadhili se hizo famoso como el Monje de Moka y su ciudad se convirtió en el principal punto de partida de todo el café cultivado en Yemen y destinado a lejanos mercados”. Pues bien, Mokhtar quería ser el nuevo Monje de Moka y de paso mejorar las condiciones de su país, de sus trabajadores, de sus agricultores, de las mujeres y de la economía yemení. Y no va a escatimar ilusión ni esfuerzos en ello. Para perseguir su sueño da muchas vueltas, contacta con mucha gente, pide muchos favores, se endeuda hasta las cejas, incluso llega un punto en el que cree que va a tener que renunciar a todo y pedir muchas veces perdón. Pero no decaerá. Se convertirá en el primer Q Grader árabe de la historia (los mayores expertos en café). Viajará a Yemen en varias ocasiones con la amenaza de Al Qaeda Arábiga, en mitad de una guerra civil y sin dar muchas pistas sobre sus intenciones. En Yemen verá la miseria en la que vive su país y forjará una motivación más noble aun para alcanzar su sueño. No puedo contaros mucho más. Hoy en día Mokhtar es un hombre internacionalmente reconocido. Empezó vendiendo su café yemení en Blue Bottle, una cadena de cafeterías al estilo Starbucks, en sus tiendas de San Francisco, Chicago y Nueva York. Actualmente su empresa, Port of Mohka, factura miles de millones de dólares y su café se puede conseguir en todos los continentes. En febrero de 2017, la Coffee Review (ni idea de que había revistas de café) otorgó al Port of Mohka de la microplantación de Al Haymah (uno de los agricultores que empezó con él) 97 puntos, la puntuación más alta concedida por la publicación en sus veintiún años de historia.

El libro funciona bien. Lo mantengo. Pero tiene dos aspectos que, a mi juicio, son mejorables. Por una parte, la salida de Yemen de Mokhtar llega a ser soporífera, tantos problemas, algunos insignificantes, para mostrar las dificultades a las que se tuvo que enfrentar… no es necesario; el libro pierde ritmo en esa parte y se hace muy pesado. Por otra parte, aparta de la historia el proceso de fundación de la empresa; sabemos que pide créditos, que contrata a sus colegas, y que el primer barco llegó en 2016 a Estados Unidos; pero el libro podría haber mostrado todo el proceso de creación de la empresa… y el libro lo liquida en pocas páginas. Joe, llevábamos saliendo de Yemen ciento y pico páginas y la parte del éxito la despacha en un suspiro. ¡Qué rabia! Tanto para tan poco (contado).

Pero el libro sobrepasa la historia personal de Mokhtar. El libro trata de cómo el comercio directo puede cambiar la vida de los agricultores, grajeándoles influencia y prestigio. Y de cómo personas como Mokhtar, que mantienen fuertes lazos con los países de sus antepasados, con celo emprendedor y esfuerzo perseverante tienden los puentes indispensables entre el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo, entre los países que producen y los que consumen. Y con esto me quedo yo. Más allá de la historia de Port of Mohka (pienso probar ese café en cuanto tenga ocasión), me quedo con las fuertes motivaciones de quienes de verdad creen que pueden cambiar y mejorar este mundo; con la iniciativa, el arrojo y el ímpetu de quienes a través de sus proyectos sueñan con un mundo más justo, más pacífico, más humano, más interrelacionado y menos bárbaro. De esto va El monje de Moka. Léelo si estas historias te gustan porque por encima de una historia de éxito empresarial está la situación de un país sumido en la pobreza y en la amenaza de destrucción permanente y de una persona que quiere mejorar (y mejora) esa situación mientras persigue sus sueños.

¡Nos vemos en la próxima reseña!

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