Tenía muy abandonadas las novelas de misterio. La novela negra es un género que me ha dado muchas alegrías, pero termina resultándome muy monótono: asesino con intenciones perversas que se desdibuja entre una maraña de personajes con intereses enfrentados y que mantienen oculto algún nexo en común. Así que tras leer la Trilogía del Baztan y El expreso de Tokio me alejé un tiempo. Con la llegada del bookish de octubre he retomado este género, y la verdad es que ha sido una grata sorpresa de la mano de Stuart Turton y su pedazo de novela.
La sinopsis de la historia es sencilla: la familia Hardcastle convoca a sus allegados a una celebración en su casa de campo para anunciar la boda de su hija. Al final de la velada, muere la hija en extrañas circunstancias. Hasta aquí no hay nada nuevo. Esta sencilla trama se convierte en una imbricada y compleja red de personajes y relaciones perversas entre los asistentes a la celebración. La habilidad de Turton empieza aquí. El autor decide que el día se repetirá incesantemente hasta que uno de los invitados, Aiden Bishop (“alfil” en inglés y no diré más) resuelva el crimen. Bishop se despierta cada día en el cuerpo de uno de los invitados y desde dentro de este personaje vivirá el día del asesinato de Evelyn Hardcastle. Puede interferir en el relato y cambiar acontecimientos de ese día, pero todo lo que cambie tiene repercusiones en lo que pasará a continuación y, por lo tanto, en el resto de “inquilinos” en los que “vivirá”. Uno de los personajes al final del libro dice una frase que resume a la perfección esa red que acabo de señalar, “lo bueno de los hombres corruptos es que siempre puedes confiar en que serán corruptos”. Tiene un “máster” externo que le guía o le condiciona, el médico de la peste; un personaje con el que Turton tuvo que disfrutar mucho. Este médico de la peste es el que maneja a Bishop y le va orientando (o no) en su investigación.
Es un recurso magnífico que cuesta pillar. De hecho, creo que los dos primeros inquilinos de Bishop, Sebastian Bell y el mayordomo, se desaprovechan para el lector que aún está intentando pillar la dinámica del libro y quién es cada personaje. El listado de invitados y el mapa del lugar facilitan la tarea (yo no he seguido prácticamente nunca el mapa, lo he ido creando en mi cabeza), pero creo que hubiera sido conveniente un poco más de contextualización antes de empezar la investigación.
Son casi quinientas páginas que devorarás sin darte cuenta. Si te gustan las novelas de Agatha Christie (donde todos los personajes de forma directa o indirecta contribuyen al misterio) este libro no te defraudará. Resulta adictivo. Funciona bien. Cumple su misión como buen ejemplo de novela negra. Y el recurso de tratar al investigador principal cada día desde un personaje distinto es determinante. Si buscas una lectura entretenida, fácil y que te ocupe la cabeza incluso cuando no la estás leyendo, esta es una muy buena opción. Es más, te recomiendo que lo pilles con la caja literaria de Bookish porque la info que acompaña a la novela te meterá en la atmósfera y le sacarás más partido a la historia.
¡Nos vemos en la próxima reseña!