«Para él, el escritor debía convertirse en el mismísimo demonio, un perturbador de sueños y destructor de fatuas utopías, el portador de la realidad y el rival de Dios en su deseo de forjar mundos».
Un libro sombrío y a ratos divertido, áspero en la mayoría del tiempo pero sedoso y agradable en el fondo. Fácil de leer. Un libro con una historia a diferentes niveles, superficialmente parece una cosa, pero la realidad está oculta y muy subversiva. El desenlace consigue hacer brillar al libro que en el segundo tercio es anodino y pesado.
La cita que rescato está en las primeras páginas, pero adquiere todo su sentido con el libro terminado, es una especie de spoiler del que no te das cuenta.
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