«Su composición resulta dolorosa -‘Al escribir este libro soy como un persona que tocase el piano con unas bolas de plomo atadas a cada falange’- y el proceso aterrador. Flaubert acaba fastidiado por la insistente fama de su obra maestra, que hace que otros le vean como al autor de un solo libro. Le dice a Du Camp que si algún día tuviese un golpe de suerte en la Bourse compraría ‘a cualquier precio’ todos los ejemplares en circulación de Madame Bovary: ‘Los arrojaría a las llamas y jamás tendría que volver a oír de ellos’.»
Estoy leyendo una biografía de Flaubert, mañana o pasado os contaré, y no dejo de recordar este libro que leí hace ya bastantes años y que me marcó tantísimo. Creo que fue el primer gran clásico que leí, y todavía lo recuerdo. Una obra auténticamente maravillosa.