Reseña de Historia de una terraza de Hilay Leichter

Un buen arranque que termina decepcionando

Sin una buena recomendación no hubiera leído Historia de una terraza, de Hilary Leichter. Quizás a base de buenas recomendaciones se construyen tendencias y ciertamente este libro lo está siendo gracias a la edición en castellano de Alpha Decay. El libro se construye a partir de Terraza, el cuento que Hilary Leichter (New Jersey, 38 años) publicó en la revista Harper’s en mayo de 2020 y explotó en internet en el pico de ansiedad del encierro global. Su ficción sintonizó con ese instante en el que los urbanitas vieron tambalear los cimientos que daban sentido a su existencia y se preguntaron al unísono: ¿qué hago viviendo en este piso carísimo y raquítico sin cachitos de exterior? El inteligente relato de Leichter, que se hizo ese mismo año con el National Magazine Award en Estados Unidos. Años más tarde, en 2023, Leichter completó Historia de una terraza movida por el interés que generaron los personajes de aquel cuento con un final abrupto.

El cuento que abre el libro está protagonizado por Annie, Edward y su hija pequeña Rose. Esta familia se acaba de mudar a un apartamento tan diminuto que, como defiende Noelia Ramírez en El Paísen ese léxico íntimo y autoparódico que nace movido por la precariedad” apodan “Túnel Palomo” al patio sobre el que se atrincheran sus ventanas y “Misterioteca” al único armario empotrado, siempre a reventar de objetos. Una noche en que reciben la visita de su amiga Stephanie, al abrir un armario aparece una amplia y hermosa terraza. A partir de entonces empiezan a pasar tardes y noches felices al aire libre, en un ambiente relajado, placentero y mágico, siempre en compañía de su amiga. Lo que no saben es que cada centímetro de ese lugar –una distorsión desconocida del espacio-tiempo– tiene un coste en sus vidas y en la de quienes les rodean, y el tiempo que pasan en la terraza irá provocando una serie de cambios en cadena que transformarán para siempre no solo la forma de la casa, sino también la de su realidad y la del mundo entero. La misma periodista al final de su análisis sostiene que Leichter “teje una delicada fábula interdimensional en la que sus personajes afrontan la gentrificación, el nepotismo laboral o la extinción por la emergencia climática, pero movidos por cosas no menos importantes, como volver a sentir el beso de una hija o una amante”. Y no le falta razón, todo esto pasa. Y sin embargo, la sensación final es de flojera.

Mientras leía este libro, un perfil de Instagram hizo una recopilación de decepciones recientes y entre ellas se encontraba Historia de una terraza. La verdad es que me sorprendió porque yo estaba enfrascadísimo en él y no lo veía como una posible decepción. Sin embargo, sí lo ha sido. Únicamente merece la pena el primer relato y, en todo caso, el tercero (el segundo capítulo/relato podría ser una novela/relato de campus). Pero creo que Leichter no es capaz de extraer todo el potencial del primer relato para desarrollar el resto o para montar una novela. No lo consigue. Ni como capítulos de una misma historia, ni como cuatro relatos cuyos personajes comparten árbol genealógico. Ojalá a vosotros y a vosotras os deje mejor sabor de boca. No creo que me olvide del libro porque el primer relato es potentísimo, pero no sabré pasar de esas páginas, el resto del libro será una bruma en mi memoria literaria.

¡Nos vemos en la próxima reseña!

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑