Llego a Carlota Fainberg a través de un paper que se refiere a ella como «novela de campus», pero la verdad es que esa categoría está cogida con pinzas en esta novela, y nunca mejor dicho, porque las referencias universitarias están al inicio y al final (como dos pinzas para tender la ropa). Es una «novela corta» como reconoce el propio Muñoz Molina en la «Nota del autor» que precede al texto, y reivindica este carácter como «la modalidad narrativa en la que mejor resplandece la maestría» del autor.
La novela cuenta la historia de Claudio, un profesor de literatura, que tiene que viajar de Pensilvania a Buenos Aires (a una estancia en la Universidad Nacional de San Martín, qué casualidad) con la mala suerte de que le retrasan el vuelo; durante la espera establece conversación con Marcelo, un viajero de otro vuelo que al enterarse de que Claudio viaja a Buenos Aires le narra un romance que tuvo en la ciudad. El romance atrapa tanto a Claudio que su estancia en Buenos Aires se ve condicionada por la historia del viajero.
Seguramente sea una obra menor dentro de la trayectoria de Muñoz Molina, pero sin duda es una lectura magnética donde se combinan magistralmente el humor, el amor y la magia, esta última como esa frontera gaseosa entre la realidad y la ficción.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Leer es vivir dos veces 
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