Reseña de La hija del tiempo de Josephine Tey

La reconstrucción de una de las mayores fake news de la historia británica

Llego a este libro por casualidad, buceando en librerías y buscando algo tranquilo, fresco y entretenido para el verano. No quería nada denso, ya llevo unas cuentas lecturas de digestión lenta y buscaba algo absorbente para tardes de piscina. Sin quererlo me encontré con La hija del tiempo de Josephine Tey, editado por Hoja de Lata. Cumplía con todos estos requisitos y además tiene la habilidad de contar con un atractivo diferente: una novela de misterio basada en una fake new que ya dura más de 500 años. Suena bien.

Alan Grant, inspector de Scotland Yard, está postrado en una cama de hospital sin nada que hacer, “comiendo techo” y pasando lentamente las horas de su recuperación. Una amiga le lleva libros y revistas que Grant acumula sin leer en la habitación, hasta que un día lleva unos cuántos retratos famosos y se queda mirando atentamente el de Ricardo III, de artista desconocido y ubicado en la National Portrait Gallery. Tras una atenta y detenida mirada al cuadro, Grant se da cuenta de que “nada en esa cara encaja con los hechos históricos”. Y es que Ricardo III es reconocido por el asesinato de sus dos sobrinos para quedarse con la corona de Inglaterra a la muerte de su hermano Eduardo IV. Pero Josephine Tey nos tiene preparada una trepidante reconstrucción de los hechos históricos que van a intentar confirmar o refutar la imagen que la Historia nos ha dejado de Ricardo III.

Lo que se conoce hoy en día sobre Ricardo III se lo debemos a Tomás Moro y a Shakespeare. Pero, Tomás Moro “escribió en la Inglaterra de los Tudor lo que le habían contado sobre los hechos sucedidos en la Inglaterra de los Plantagenet cuando él tenía cinco años” y se sacó su biografía sobre Ricardo III de un tal Juan Morton, arzobispo de Canterbury durante el reinado de Enrique VII, “y el peor enemigo de Ricardo”. Morton estaba muy condicionado porque para él, como se explica en el libro, “tenía una importancia abrumadora, desesperada, que Ricardo no llevase las riendas de Inglaterra”. La biografía de Moro, basada en otra biografía de Morton, es la que utilizaría Shakespeare para su personaje. Así que, la idea que hoy tenemos de Ricardo III está sesgada por los intereses particulares de un eclesiástico conspirador.

Que la historia la escriben los vencedores es algo comúnmente aceptado. La hija del tiempo se ocupa de consolidar esa idea en una trepidante relectura de la historia gracias al aburrimiento y determinación del inspector escocés Alan Grant y su intuición de que una persona cabal y comprometida como Ricardo III no iba a cambiar su forma de ser y estar en el mundo de la noche a la mañana, tiene que haber algo detrás de esta parte de la Historia que la propia Historia nos ha ocultado: “quiero saber qué le ocurrió a Ricardo. Es el misterio más profundo con el que me he topado últimamente. ¿Qué le hizo cambiar casi de la noche a la mañana? Hasta el momento de la muerte de su hermano parecía una persona ejemplar y sentía devoción por Eduardo (…) Cuando murió Eduardo, fue regente hasta que su sobrino llegó a la mayoría de edad, protector de Inglaterra (…) fue una persona anormalmente civilizada y de buen vivir. Y, en efecto, fue un buen administrador. Gobernó el norte de Inglaterra a las mil maravillas. Fue un buen jefe militar y un buen soldado y, que se sepa, no pasó nada malo en su vida privada”. De esta forma, Grant se adentra con ilusión y entusiasmo en la Inglaterra de la guerra de las Dos Rosas, en pleno siglo XV, para tratar de desentrañar uno de los misterios más oscuros de la monarquía británica: ¿mató realmente Ricardo III a sus sobrinos para cortar la línea de sucesión de su hermano Eduardo IV y quedarse con el trono?

Decía Godard que para hacer una película de misterio solo necesitas una joven rubia y una pistola. Pues para hacer una novela de misterio solo necesitas un rey infame y un historiador interesado. Tey, con estos dos ingredientes y la sombra de una fake new que nos han colado durante más de 500 años, mantiene al lector pegado al libro. La Asociación de Escritores de Novela Negra del Reino Unido declaró La hija del tiempo la Mejor Novela de Misterio de todos los tiempos en 1990. Fíate de ellos si no te fías de mí. Si buscas una novela entretenida y absorbente para unos días en la playa o las tardes de piscina, La hija del tiempo es una elección muy recomendable.

¡Nos vemos en la próxima reseña!

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