Reseña de Roja esfera ardiente de Peter Linebaugh

Un libro que, lejos de cercar, inspira.

Cuando leí A la mierda la autoestima, dadme lucha de clases me quedé con ganas de más profundidad teórica y analítica. Llevo tiempo arrimándome con una mezcla de temor, respeto, vergüenza e interés a la idea de lo común como un espacio a recuperar en el debate político y social. Me interesa mucho el tema y sigo sin tener una idea clara, aunque me voy acercando -supongo que el conocimiento se adquirirá así. Con esta premisa -profundidad teórica y analítica- me acerqué a mi librería de referencia y pedí droga de la buena, y no dudaron mucho hasta recomendarme Roja esfera ardiente de Peter Linebaugh, publicada originalmente en 2019 y editada por Akal en castellano desde 2021. Peter Linebaugh es un historiador estadounidense discípulo de E. P. Thompson, profesor de la Universidad de Toledo (Ohio) y miembro del colectivo Midnight Notes, un grupo pionero en el estudio y difusión de los comunes históricos y contemporáneos. David Lloyd, en el prólogo, considera este ensayo la culminación del trabajo de Linebaugh orientado a la historia desde abajo, “necesariamente no dedicada a los grandes acontecimientos y a los grandes hombres, sino a los rastros borrosos de los silenciados, y dedicada a interpretarlos de manera contraria a la establecida”. Esta “historia desde abajo” no es sino el fruto que recoge Linebaugh de su maestro E. P. Thompson y que también tiene que ver con las formas científicas y estilísticas de su maestro. La manera de narrar este ensayo histórico se aleja de la ortodoxia del campo, según Lloyd, “la historiografía habitual prefiere la claridad en apariencia mayor de la narrativa lineal, la concatenación de causa y efecto, la distinción de acontecimientos y personajes principales y menores, o el progreso triunfal de las formas del Estado y de la sociedad civil” y Linebaugh no se interesa por nada de esto sino que es un autor conocido “por su gran capacidad para hilar relatos a partir de archivos reticentes y con lagunas”. Me ha gustado la propuesta quizás por novedosa y quizás también por justicia poética pues la historia la han contado siempre los protagonistas, sean vencedores o perdedores. Lo que hace aquí Linebaugh es algo que la literatura lleva siglos recorriendo, pero que la ciencia se había resistido.

El libro cuenta la historia de Ned Despard y Kate Despard. El 21 de febrero de 1803, el coronel Edward Marcus Despard fue ahorcado y decapitado en Londres ante una multitud de 20.000 personas por organizar una conspiración revolucionaria para derrocar al rey Jorge III. Catherine, su esposa de origen caribeño y raza negra, le ayudó a escribir el discurso que pronunció desde el patíbulo, en el que se proclamaba amigo de los pobres y los oprimidos. En él expresó también su confianza en que “los principios de la libertad, la humanidad y la justicia triunfarán finalmente sobre la falsedad, la tiranía y el engaño”. Y sin embargo, en el libro veremos que el mundo giró. Desde los sucesos de las revoluciones estadounidense, francesa y haitiana, y la fallida revolución irlandesa, conectadas entre sí, al nacimiento del Antropoceno en medio de los cercamientos, el belicoso capitalismo global, las plantaciones con trabajo esclavo y la producción con máquinas en las fábricas, Roja esfera ardiente introduce a los lectores en el momento crucial de los dos últimos milenios. Esta historia monumental ofrece, con gran riqueza de detalle, una crónica extensa de la resistencia a la desaparición de los regímenes comunales. Peter Linebaugh recupera el heroísmo de redes extensas de resistentes soterrados que, desafiando a la muerte, lucharon contra la privatización de lo común impuesta por dos entidades políticas nuevas, Estados Unidos y Reino Unido, que, ahora sabemos, seguirían desposeyendo a personas de todo el mundo hasta la actualidad.

La interpretación del título tiene dos lecturas dentro del texto. Por un lado, la interpretación del verso de Blake (“y hundieron mi corazón en el abismo, una roja esfera ardiente”) sobre los símbolos de lo común en la Rev. Francesa -libertad, igualdad y fraternidad. Por otro lado, quizás la que más me convence, la idea que ofrece Lloyd en el prólogo del capitalismo como una “forja feroz, la roja esfera ardiente”, en la que los trabajadores, los recursos y los pueblos eran coaccionados y explotados, hasta llegar a crear “de manera simultánea las condiciones y la necesidad de contraculturas de resistencia (…) que se unieron (…) para modelar las condiciones de vida para la vida en común, en lugar del impulso violento del capitalismo al cercamiento y el monopolio”. Sea como fuere, el título es tan sugerente y abierto como el resto del texto. Tengo el libro cargadito de subrayados y páginas dobladas. Es un texto que ya forma parte de mí, creo haber interiorizado muchos de sus mensajes -no así de la historia de los Despard que me dan un poco igual una vez que han servido para guiarme por la profundidad teórica y analítica que reclamaba. Ideas como la economía moral, los cercamientos económicos y sociales -el fin de las propiedades comunales-, el colonialismo como un bloqueo del futuro, el imperialismo como un agente privatizador, el igualitarismo como principio rector de la acción social, los significados de lo común para Linebaugh y los que surjen a partir de la revolución haitiana, la guerra como instrumento del capitalismo, la fábrica como cercamiento, y algunos comunes que no me esperaba y ahora me parecen evidentes como la taberna o el deporte. El libro termina con Dos relatos donde “Todos los negocios del hombre” es un perfecto ejemplo del enfoque historiográfico del autor, la unión de Blake y Despard está construida a través de coincidencias e hipótesis, pero funciona muy bien. Termina el capítulo diciendo que “las acciones propuestas por Despard y las visiones íntimas de Blake surgieron al mismo tiempo y en el mismo lugar. Aunque eran prácticamente vecinos, no había bienes comunales en los que pudieran encontrarse” y no hace falta más. Creo que aquí está la principal aportación de Linebaugh, el uso de la historia como instrumento para reflexionar sobre otras cuestiones, en este caso los cercamientos de lo común y el auge del capitalismo. Creo que soy nuevo en un espacio que lleva muchos años transitándose. Yo he entrado por Linebaugh, pero otros autores como Silvia Federici, George Caffentzis y Mssino de Angelis también trabajan esta forma de analizar, contar y repensar la historia. Solemos llegar tarde a todos los sitios, pero al menos nos dan profundidad y esto empieza a ser un bien cada vez menos común. Para eso, leamos mucho.

¡Nos vemos en la próxima reseña!

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