Reseña de Los crímenes de Oxford de Guillermo Martínez

La universidad y los crímenes maridan muy bien

Seguimos con la intención de leer todas las novelas de campus que vean mis ojos y toquen mis manos (no leo en ebook, lo siento, mi gato se llama Papel por algo). Dentro del subgénero campus hay una carpeta dedicada a la novela negra, y entre ellas no puede faltar la que quizás sea la novela negra de campus más mediática hasta la fecha, Los crímenes de Oxford, de Guillermo Martínez, publicada en España en 2004 por Destino (aunque inicialmente fue publicada en 2003 por Planeta como Crímenes impercentibles); archiconocida es su adaptación cinematográfica dirigida por Álex de la Iglesia y protagonizada por Elijah Wood y John Hurt. Sin embargo, este no es un blog de cine así que nos centraremos en la novela que además es la antesala de Los crímenes de Alicia, con la que Guillermo Martínez ganó el Premio Nadal de Novela 2019.

Los crímenes de Oxford es la crónica en primera persona de Martín, un estudiante argentino de postgrado que viaja a Oxford “con una beca para una estadía de un año, con el propósito secreto de inclinarme hacia la Lógica, o por lo menos, de asistir al famoso seminario que dirigía Angus Macintire”, pero que al poco de llegar descubre el cadáver de su landlady en el salón. Paralelamente a la policía, Martín sigue su propia investigación con su maestro, el eminente Arthur Seldom. Seldom es un ilustre profesor de matemáticas experto en lógica criminalística. Esto solo lo puede tener una novela negra que esté ambientada en una universidad y le concede a la trama una versatilidad importante para el desarrollo del caso. Sustituyendo la recurrente sagacidad e instinto policial de los inspectores del género noir, en este caso es el conocimiento científico el que sirve al autor para dar sentido a la novela y detenerse en aspectos como los juegos de lenguaje de Wittgenstein, el teorema de Gödel y las sectas antiguas de matemáticas; por ejemplo, al inicio de la novela, cuando únicamente tienen el primer muerto y el primer símbolo del asesino, Arthur Seldom enfría el ímpetu de Martín señalando la dificultad de despejar las intenciones del asesino tan pronto, “Esa es la dificultad cuando usted conoce solo el primer término de una serie: establecer el contexto en que debe ser leído el símbolo. Quiero decir, si debe considerarse desde el punto de vista puramente gráfico, digamos en el plano sintáctico, solo como una figura, o bien en el plano semántico, por alguna de sus posibles atribuciones de significado”.

En este caso sí estamos ante una novela de campus con todos sus ingredientes propios (ambientación histórica, relaciones académicas y sociales, luchas internas, precariedad de los jóvenes frente al privilegio de los dinosaurios, vida de campus, clases y despachos, etc.), sirva como ejemplo una escena rutinaria en el campus descrita por Martín, “Nos habíamos quedado solos en la larga mesa de los fellows de Merton College. Delante de nosotros, en una hilera adusta, colgaban los retratos de los hombres destacados que habían sido alguna vez estudiantes del College. En placas de bronce debajo de los cuadros yo solo había reconocido el nombre de T.S. Eliot. Los mozos recogían discretamente a nuestro alrededor los platos de los profesores que ya habían partido a sus clases”. Guillermo Martínez deja parte de su experiencia universitaria en la novela pues es matemático y Doctor en Lógica por la Universidad de Buenos Aires, y estuvo de estancia postdoctoral en la Universidad de Oxford. Este es un rasgo común entre las novelas de campus, parece que la vida universitaria invita a escribir sobre ella; y ciertamente es un ecosistema muy literario y dado a la ficción, también en el caso del género policial, por supuesto.

Con esta ya llevamos dieciséis novelas de campus leídas. Aún tengo algunas pendientes en los estantes de mi biblioteca y estoy abierto a recomendaciones por vuestra parte; y aunque normalmente disfruto más de las novelas más complejas, a veces una novela negra permite respirar aire fresco y descansar de propuestas literarias más sesudas. Sea como fuere, os animo a acercaros a este género tan poco conocido y tan interesante al mismo tiempo.

¡Nos vemos en la próxima reseña!