
Los acontecimientos históricos están para ficcionarlos. Nadie conoce el contenido de las conversaciones de dos grandes figuras de la Historia Iberoamericana como fueron Hernán Cortés y Moctezuma, pero a Álvaro Enrigue, en Tu sueño imperios han sido editado por Anagrama, le da igual porque tiene algo más importante: la caradura para inventárselo y salir victorioso. Ese descaro literario es lo que le permite triunfar. Y algo más, Enrigue le quita pompa y florituras y propone una reunión que bien podría salido de las lisérgicas plumas de Ginsberg, Wolfe, Welsh o Henry Miller. Y eso que la reunión en sí es lo de menos; el repaso a los personajes, su posición en el tablero de Mehxicoh-Tenixtitlan, los nervios, las incertidumbres y los peligros que acechan a castellanos y mexicas son los verdaderos protagonistas de la novela.
No sé si consideraréis a esto una novela histórica, a mí me da igual el apellido, lo importante es la capacidad narrativa de Enrigue. Ya me deslumbró con Muerte súbita (el verbo lo es casual, la novela es brillante), y ahora lo vuelve a hacer con Tu sueño imperios han sido que, por cierto, es un verso de Calderón de la Barca y sintetiza a las mil maravillas la novela gracias al recurso de las narcóticas siestas del emperador mexica y el caudillo castellano. A riesgo de repetirme, Enrigue es un descubrimiento (tampoco la palabra es contingente), quizás el mayor talento mexicano en la actualidad.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Deja un comentario