Comentario sobre Los puntos ciegos de Borja Bagunyà

Llevo más de un mes enfrascado con Los puntos ciegos de Borja Bagunyà editado por Malas tierras. Le reconozco todos los méritos que queráis, incluso el parecido (forzado) con Foster Wallace. Le otorgo todos los premios, reconocimientos y buenas críticas de las que ya es merecedor. El análisis mordaz de las relaciones personales y profesionales en la universidad es divertido para quienes las vivimos (y sufrimos) a diario. La disección de la relación de pareja asentada y adulta da un poco de miedo porque parece insorteable. Pero se me ha hecho eterno… no veía el final. Lo tenía cruzado en mitad de la garganta, no me dejaba respirar literariamente hablando. Seguiré con mi proyecto de novelas de campus, pero buscaré algo más ligerito…
Perdonad mis ausencias, estoy de retirada en esta red social, aunque me resisto a dejar de compartir lo que leo, creo que serán comentarios más livianos y quizás caigan a borbotones en este blog, sin una temporalidad determinada… siento el caos que se viene, pero quizás sea la única manera de sobrevivir a la tormenta de obligaciones profesionales y familiares en las que estoy (estamos) inmersos.

¡Nos vemos en la próxima reseña!