Reseña de Los netanyahus de Joshua Cohen

La novela de campus ganadora del Pulitzer de 2022

Hay ocasiones en las que la actualidad y la literatura se fusionan de manera inesperada. En este caso, llego a esta novela como parte de un proyecto de libro del que pronto tendréis noticias (si sigue este perfil y este blog abiertos, que cada día tengo más dudas de mi continuidad), y nada tiene que ver su lectura con el contexto internacional en el que nos encontramos. De hecho, me gustaría que separásemos ambas cuestiones para disfrutar del libro sin mancharlo de sangre inocente (de ambos lados). El libro en cuestión es Los netanyahus, de Joshua Cohen, publicado en De Conatus y flamante ganador de un Premio Pulitzer en 2022. Joshua Cohen, con seis libros publicados, es uno de los autores menores de 45 años que mejores críticas han tenido en Estados Unidos y fue señalado por Harold Bloom como uno de los mejores escritores judíos estadounidenses junto a Henry Roth, Philip Roth y Nathanael West.

El protagonista del libro es Ruben Blum, un historiador judío, profesor de la universidad de Corbin que en la navidad de 1959 es elegido por su departamento para valorar la aplicación de un exiliado israelí especializado en la inquisición española. Se trata de Benzion Netanyahu, padre de Benjamín Netanyahu (presidente de Israel). Estamos ante una comedia salvaje sobre la integración, la identidad y la política. La caracterización de comedia coincide con la opinión de Jacobo Bergareche en El Confidencial, “el libro entero es una comedia, en el que uno tiene oportunidades de reírse a carcajadas cada tres o cuatro páginas, pero el trasfondo de la novela es aterrador y a pesar de que todo transcurre al principio de los sesenta, acierta de lleno en su radiografía de uno de los males mayores de nuestro tiempo: la tiranía de las identidades fabricadas e impuestas, y esa herencia envenenada de los victimismos empoderadores (toma palabro), que nos permite ser víctimas sin haber sufrido jamás”. Esta novela, como reconoce Joshua Cohen en los créditos de la novela, mezcla ficción y realidad. La idea surge gracias a su amistad con Harold Bloom. Originalmente es historia de una visita fugaz del historiador israelí Benzion Netanyahu, junto a su mujer y sus tres hijos pequeños (entre ellos el actual presidente de Israel), al campus de una universidad americana donde Bloom era profesor, y al que, como judío que era, se le encomendó el papel de anfitrión y guía local del erudito israelí que acudía para ser evaluado como aspirante a profesor. La idea de que Bloom por ser judío era la persona indicada para recibir a otro judío no fue acertada. La visita fue incómoda, la relación entre el judío sionista militante y el profesor de literatura de origen judío, pero asimilado ya a la cultura americana fue tensa y llena de desencuentros.

A través de los intereses académicos, investigadores y personales de los protagonistas, la novela descubre al lector la historia cotidiana de la creación del estado de Israel, la emigración judía en los Estados Unidos y las teorías sionistas sobre la expulsión de los judíos en la península ibérica. Es una novela en la que todos nos podemos sentir identificados, precisamente preguntándonos qué significa tener una identidad nacional, religiosa o de género. Es una novela de campus (ya sabéis de mi afición por este subgénero) y como buen ejemplar de dicha categoría, mantiene ese tono irónico, de humor inteligente y de sátira sobre la vida en las universidades americanas y las relaciones entre los diferentes miembros de un departamento. Andrea Aguilar entrevista a Cohen para Babelia y defiende que la novela “saca la lengua a las modas literarias actuales y parodia las llamadas novelas judeoamericanas, jugando con los estereotipos que de ellas han surgido”; en dicha entrevista el propio autor provoca a críticos y lectores diciendo que “tomé todos esos elementos y me burlé. La llamada generación de los baby boomers ha convertido lo que les gusta en un cliché. ¿Eso esto lo que queréis? Pues aquí lo tenéis, no es para tanto; lo escribí en un mes y medio durante el confinamiento”. Arriesgándose a que lo tildemos de sobrado -merecidamente-, la verdad es que le ha quedado un libro estupendo. Un ejemplar reciente de novela de campus muy bien resuelto. Un libro que educa y entretiene, una oportunidad para acercarse a la universidad americana de mediados del siglo XX.

¡Nos vemos en la próxima reseña!