Termino esta recopilación de relatos (algunos divertidos, otros enigmáticos, todos prescindibles) de Enrique Vila-Matas. Era la primera vez que tenía un vis a vis con el señor Vila-Matas y me ha dejado indiferente.
Quizás sea la edición, horrible, pero el libro no me ha aportado mucho. Es un libro, sí, y casi nunca sobra, pero en este caso se parece a esos polvos que ni fú ni fá «mejorestabayohaciendoalgomásproductivo».
Así que creo que abandonaré por un tiempo a este autor, y creo que también el formato ‘recopilación de relatos’, y por supuesto los libros de bolsillo. Muerte a los libros de bolsillo.
Hale, que ya estoy llegando a Madrid y tengo otro libro esperándome.
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