Un cómic para aprender y concienciar también sobre los genocidios del presente
De un tiempo a esta parte la literatura balcánica y en especial la derivada de la Guerra de los Balcanes ha tenido cierto protagonismo en el blog. Asumo el sesgo bosnio, siendo una guerra con todos los matices que estas conllevan, sí me posiciono del lado de los bosnios en este conflicto. Y tengo la sensación de que es la postura occidental y la más aceptada desde la perspectiva internacional. Hoy os traigo un clásico, uno de esos libros -en este caso un cómic o novela gráfica- fundamentales para entender el conflicto, tanto en su plano geopolítico como en el plano social y ciudadano. Se trata de Gorazde Zona segura de Joe Sacco, publicado originalmente en el año 2000. Este cómic obtuvo premios tan reconocidos como el Mejor cómic para la revista Time del 2000, el Premio Eisner a la mejor novela gráfica original en 2001, el Premio Eagle a la mejor novela gráfica original en 2001 y estuvo nominado al Premio Harvey a la mejor obra gráfica original en 2001. No es poca cosa. Pero es que Joe Sacco es un periodista y dibujante de pura raza, y eso se nota las historias que elige, en sus trazos y en sus diálogos.
Tras Palestina (obra que aún tengo pendiente, pero que ya tengo en casa), Sacco centró su mirada en un conflicto que todo el globo contemplaba con horror y consternación: la Guerra de los Balcanes. De todos los lugares que visitó durante su estancia en Bosnia entre 1995 y 1996, el que más pasión e interés le suscitó fue el enclave musulmán de Gorazde, duramente azotado por las tropas serbobosnias, aislado durante años del resto del mundo, y habitado por gentes que se debatían entre la desesperanza más pesimista y la ilusión de una paz cada vez más improbable. La ONU envió una misión especial para garantizar un corredor que uniera Gorazde con el resto de Bosnia – de aquí el nombre de Zona Protegida -.
Sacco se introduce en la historia a través de conversaciones con los habitantes de Gorazde y es con ellos con quienes vamos descubriendo el horror de la guerra, del sitio y de la masacre indiscriminada de civiles. Vecinos ferozmente enfrentados tras años de convivencia, vecinos que solo se ayudan desde el silencio y la oscuridad de la noche, vecinos que matan a vecinos y vecinos que huyen de vecinos. Compañeros del colegio, del instituto, amigos del barrio, que antes convivían en paz ahora se odian. Niños muertos en las calles, jóvenes congelados escondidos en las montañas, mujeres sobreviviendo en sótanos y en cuadras, hombres intentando llevar sustento a sus casas jugándose la vida en cada salida… a veces sin perder la sonrisa, a veces sonriendo forzosamente para no perder la cordura, a veces llorando sin consuelo y otras riendo nerviosamente para convencerse de que sobrevivir es el camino. Sacco extrae lo mejor y lo peor de cada habitante. Y se lleva amigos. Y les concede ciertos privilegios de personajes de ficción, y los quiere a su manera, y les reconoce el valor y el dolor que supuran por sus poros. El cómic es maravilloso.
No había leído nada de Sacco hasta este momento y creo que intentaré seguir leyendo cosas suyas. Sobre la Guerra de los Balcanes tiene dos títulos más: El mediador. Una historia de Sarajevo, centrada en Sarajevo y en Neven, un personaje muy especial; y El final de la guerra. Reseñas biográficas de Bosnia 1995-96, que incluye dos historias cortas, una sobre un guitarrista de Sarajevo y otra sobre su intento de encontrar al criminal de guerra Karadzic. Todo lo leeré. Lo que no podré leer ya será su gran creación artística, su obra magna, La Gran Guerra, obra dedicada a la I Guera Mundial, que está descataloga y no creo que se recupere. Lo próximo que leeré será Palestina, recientemente reeditado por circunstancias que ojalá no se hubieran dado (la invasión y el genocidio de Israel sobre Gaza). En fin, la crónica periodística y la novela tendrán que seguir cumpliendo su función pedagógica de ilustrar, mostrar, reivindicar y mostrar el dolor y la miseria que producen las guerras. A ver si así, de una vez por todas, somos capaces de llamar a las cosas por su nombre: empecemos por el final, Netanyahu es un genocida e Israel un estado terrorista.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Leer es vivir dos veces 