Me sigue pareciendo alucinante que las editoriales quieran contar con un perfil como el mío, que no soy filólogo, ni crítico literario, ni periodista cultural; soy un profesor de universidad al que le encanta leer. Sea como fuere, junto con la incredulidad está el agradecimiento. En este caso se lo debo a la gente de la Editorial Sigilo que contaron conmigo para leer La segunda venida de Hilda Bustamente, escrito por Salomé Esper. La primera edición voló y la segunda es preciosa.
La historia es atractiva, te invita a preguntarte continuamente cómo te comportarías tú en la situación de los personajes (porque todos tenemos seres queridos fallecidos). Es cierto que desaprovecha algunas oportunidades y, para mi gusto, se centra en un sociograma que poco tiene de interesante ante el hecho que desencadena la trama. Las proyecciones interiores de Hilda, la carga emocional de Álvaro, el amor de Amelia, incluso el nerviosismo paralizante de Susana, daban mucho más juego literario que la mirada más superficial al crisol de vecinos.
Pero sin duda es una lectura sugerente, hechizante y seductora. Una oportunidad para pararnos a pensar qué (y no) haríamos, diríamos, pensaríamos, sentiríamos… ante el resucitar de un muerto al que amamos. Apetece leerlo, ¿verdad? Pues no lo dudéis, merece la pena.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
Leer es vivir dos veces 
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