Música clásica y literatura: merece la pena

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«Mientras alguien tocara el allegro maestoso de la Sonata nº 8 [de Mozart], el mundo no se acabaría. Eso era del todo cierto. El tema inicial del allegro maestoso y sus variaciones simplemente eran más importantes y fundamentales que los caprichos del tiempo y todas las leyes que gobernaban el mundo físico. ¡Aquellas fatalistas cadencias! El acelerado pulso de los acordes de la mano izquierda, la manera en que las corcheas se doblaban en semicorcheas y pasaban de la mano derecha a la izquierda como un trueno, la prolongada transición con los timbales y los bajos y los tambores cargando al fondo; era puro rock n’ roll, el mejor que se ha hecho nunca».

Si os gusta la música clásica, y disfrutásteis con la forma de narrar de @jrhodespianist en Instrumental, este libro os va a encantar. A mi me ha flipado. La prosa de Grozni, como dijo Patti Smith, se despliega como una melodía ligera, compleja, talentosa, llena de virtuosismo. En ocasiones es algo temblorosa, parece que se pierde, pero rápidamente vuelve a ubicarte.

Además, entre obras cumbres de la Música Clásica, se teje una historia de jóvenes músicos búlgaros, niños que entrenan 10 – 12 horas al día para que Beethoven, Bach, Brahms, y sobre todo Chopin fluya entre su talento y su juventud de una forma majestuosa. Una vida llena de esfuerzo, sacrificio, y malos modales de los profesores que siguen soñando con el idea soviético, pero también llena de juventud, de sexo, de alcohol y tabaco, de pequeñas travesuras una y otra vez castigadas.

Las descripciones de lo que le sugieren las obras son exquisitas. Lo mejor del libro. Como esta que rescato. Mola. Os lo recomiendo.

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